Archivo diario: septiembre 16, 2020

25 Domingo del Tiempo Ordinario – 20 de septiembre de 2020 – Año A

«Dios premia según los méritos»: 

es el epitafio sobre la tumba del amor

 

Un video del p. Fernando Armellini con subtítulos en Español:

 

 

Un video doblado por p. Alberto Rossa, cmf

 

Introducción

 

Los términos eucaristía y carisma son muy conocidos. Derivan del griego charis que significa benevolencia, don gratuito, regalo que produce gozo, que nos hace felices.

 

Es grande la satisfacción que experimentamos cuando se nos entrega un diploma académico después de tanta fatiga y noches de insomnio, pero inmensa es la alegría que produce en nosotros una simple flor que la persona amada nos ofrece en el momento en el que nos declara su amor.

 

El regalo produce una emoción única porque es señal de que alguien piensa en nosotros, nos añora, pronuncia con ternura nuestro nombre.

 

La introducción en la relación con el Señor de criterios de la justicia retributiva, de la contabilidad, de premios y castigos, de halagos y amenazas, del registrar méritos y transgresiones es una deformación diabólica de la fe. Los rabinos habían catalogados a los hombres en cuatro categorías: justos si observaban toda la ley; impíos, si prevalecían en ellos las infracciones; mediocres, si méritos y culpas estaban equilibrados; arrepentidos, si pedían perdón de sus pecados. Con el principio: «recompensa se recibe solo por las buenas obras» habían decretado el fin de la relación de amor.

 

El dialogo entre Dios y el hombre se instaura solamente donde existen el encuentro libre, el don gratuito, el amor reciproco sin condiciones. Quien ama no pretende nada, no espera otra cosa que ver a la persona amada sonriente y feliz.

 

En la línea de los profetas los mejores entre los rabinos decían al Señor: «en esto se manifiesta tu salvación: tú tienes misericordia de aquellos que no han atesorado obras buenas». «Aquello que tú nos has dado es gracia, puesto que en nuestras manos no había obras buenas». Jesús ha hecho propio esta justicia de Dios.

 

 

Para interiorizar el mensaje, repetiremos:

“Te bendigo Señor porque me acoges y me amas así como soy».

 

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Categorías: Ciclo A

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